miércoles, 7 de octubre de 2009

Clarín y la máquina de criar pelotudos.

Mi nombre es Martín Sebastián Vecchio, tengo 23 años, soy estudiante de Guión Cinematográfico en la ENERC. No soy peronista, de hecho no estoy afiliado a ninguna fuerza política. No voté ni a Nestor o Cristina Kirchner ni ninguno de sus candidatos a diputados o senadores. Jamás los votaría, salvo que sea un caso extremo donde en una segunda vuelta los adversarios sean un Cobos o un Macri.

Yo apoyo la Ley de Medios, que no es la Ley de Control de Medios, la Ley de Medios K, la Ley Mordaza o cuanta otra pelotudez ande diciendo TN, Clarín, América u otros medios a los que no les conviene que se apruebe. No soy oficialista pero apoyo una ley impulsada por este gobierno. ¿Por qué? Porque las leyes son de y para el pueblo y van a sobrevivir a los gobiernos de turno.

No quiero hacer un análisis de la ley, porque para eso hay videos donde Victor Hugo Morales o Jorge Lanata (casualmente, ninguno oficialista) lo hacen con mayor altura que yo. Puedo dejarles este link para que la lean y saquen sus propias conclusiones.

Pero hoy me levanté con los huevos al plato. Después de “Ley Chavista" y “Ley de Control de medios” o “Ley de medios K”, dependiendo del ánimo de quién haga las placas en TN, ahora se le suma uno de las instancias más temidas por la gente: Que los canales de aire se conviertan en Canal 7.

Repito: Que los canales de aire se conviertan en Canal 7.

Esto sería terrible, sería el acabose de la televisión de calidad en el país. Tendríamos la amenaza constante de que un día dejemos de ver culos y tetas para encontrarnos con programas de divulgación cultural como Al Colón. Pasaría que por la tarde nos ntraríamos con una selección de documentales o programas de Encuentro, otro canal pro-K que le hace mal a la gente o que por la medianoche existan un programas como el de Peña y Manes y pasen aburridas películas en blanco y negro recientemente rescatadas por la Filmoteca Buenos Aires. Y ni contar que podríamos encontrarnos a Capusotto con su programita de cuarta legando a más gente. Aberrante.

En definitiva: ¿Esa es la televisión que queremos?

Por lo menos yo, si.

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