De cuando ella volvió al otro lado del charco y yo solo podía ver el barco moviéndose
Hay un riesgo importante: el de sonar cursi.
Porque habré empezado a escribir esto más de una vez y siempre sonaba demasiado meloso.
Debo estar yo meloso, parece ser. A pesar que el disfrute y la algarabía vengan de la mano de planes estratégicos para enriquecer mis arcas y partir al otro lado, donde parece que me espera alguien. Todo en el nombre del egoísta deseo de extender esta sensación que me nació hace tan solo pocas horas.
Y si no, habrá que nadar. Después de todo, es probable que los caminos nos terminen llevando al otro lado del agua.
Porque habré empezado a escribir esto más de una vez y siempre sonaba demasiado meloso.
Debo estar yo meloso, parece ser. A pesar que el disfrute y la algarabía vengan de la mano de planes estratégicos para enriquecer mis arcas y partir al otro lado, donde parece que me espera alguien. Todo en el nombre del egoísta deseo de extender esta sensación que me nació hace tan solo pocas horas.
Y si no, habrá que nadar. Después de todo, es probable que los caminos nos terminen llevando al otro lado del agua.
Etiquetas: bienvenidas, crónicas, victorias personales