El rumor circulaba hace ya un buen rato. El verdadero final de Captain Tsubasa (o Los Super Campeones, como se conocieran por estas pampas) mostraba que, tras ganar la copa del mundo siendo capitán de la selección japonesa de futbol, Tsubasa Ozora (o sea, Oliver Atom) se despertaba en la cama de un hospital, le contaba su madre que había soñado que había salido campeón del mundo, la cámara se abría y nos mostraba que al astro del balonpié con ambas piernas amputadas.
Si bien esto no tiene sentido, lo creí cierto. Tanto que la imágen mental del chico sin sendas extremidades se me quedó grabada en la cabeza.
Entré en YouTube a buscar el video. Nada. Entré a Wikipedia a buscar indicios. Nada. Busqué revistas que tuvieran
dossiers sobre el manga y el animé. Nada. Ningún medio pudo comprobar que eso era cierto.
Por eso puedo decir orgulloso que a Tsubasa Ozora, el Maradona japonés, jamás le cortaron las piernas. Y eso es bueno.
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