Variaciones

Álvarez entra al hotel. Pide una habitación, la 487, y se dirige sin dejar que el botones toque su pequeña valija. Valija que abrirá tras entrar a la habitación y de la que sacará una notebook. Mientras pasan los minutos y no encuentra palabra alguna que escribir, se tira a la cama. De la misma valija, saca un inmaculado ejemplar de Final de juego y lee por primera vez “La continuidad de los parques”. De repente, como si las palabras tuvieran un efecto hipnótico en su cabeza, se levanta súbitamente de su cama y, cortando la hegemonía de la pantalla en blanco, escribe:
“Baigorria entra al hostel. Pide una habitación, la 19, y se dirige sin dejar que el recepcionista lo ayude cargando su pequeño bolso. Bolso que abrirá tras entrar a la habitación y de la que sacará una Remington plateada. Mientras pasan los minutos y no encuentra palabra alguna que escribir, se tira a la cama. Del mismo bolso, saca un ejemplar semi destruido de Final de juego y relee fascinado “La continuidad de los parques”. De repente, como si las palabras tuvieran un efecto hipnótico en su cabeza, se levanta súbitamente de su cama y, cortando la hegemonía de la hoja en blanco, escribe:
“Carrizo entra a la pensión. Pide una habitación, la 2, y se dirige rápidamente tras darse cuenta que un ñato le relojeaba su pequeño maletín. Maletín que abrirá tras entrar a la habitación y de la que sacará un anotador de tapa negra y una pluma que escribe del mismo color. Mientras pasan los minutos y no encuentra palabra alguna que escribir, se tira a la cama. Del mismo maletín, saca el ejemplar de Final de juego que había robado de una librería de avenida Corrientes y, casi sin pensarlo, abre directamente para leer “La continuidad de los parques”. De repente, como si las palabras tuvieran un efecto hipnótico en su cabeza, se levanta súbitamente de su cama y, cortando la hegemonía de la pantalla en blanco, escribe:
“Álvarez entra al hotel. Pide una habitación, la 487, y se dirige sin dejar que el botones toque su pequeña valija...