Con un hachazo en el ojo y una flor en el ojal
No se confíe señor. Por más que uno se siente en una mesa de El Cairo, ojee para donde está “La mesa de los galanes” y se pida un café con leche con medialunas de Nuria no va a surgir efecto. Incluso aunque camine por el Boulevard Oroño, mire mal para el lado del Parque de la Independencia y diga para adentro “Ojalá hoy se le dé al Canalla”. Sépalo, es inútil. No va a poder escribir ni un cuarto de lo que podía el Negro. Créame, este servidor es la prueba viviente.
2 Comments:
Pero vos sos más lindo!
(la mina no sabe como levantarle el ego jaja)
Mucha mesa de los galanes y equipitos semi épicos, pero la reina del Plata es siempre la ciudá de la inspiración.
Por algo será ¿no?
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